¿Has notado que tu peludo se rasca más de lo normal? ¿Puede que tenga la piel con escamitas o que le hayas visto alguna zona más roja? ¿Pierde mucho pelo? La dermatitis en perros y gatos es una patología cada vez más común.
Te vamos a explicar en este artículo qué es, los síntomas más evidentes y cómo una alimentación sana y natural puede ayudar a mejorar la salud de la piel y el pelo de tu compañero.
¿Qué es la dermatitis en perros y gatos?
La dermatitis es una inflamación de la piel que provoca irritación y prurito (picor) y que puede aparecer por diferentes causas y tener una sintomatología muy variada y con diferentes grados de gravedad.
Como tal no se considera una enfermedad dermatológica grave, pero si no se trata puede resultar muy molesta para tu perro o gato y empeorar su calidad de vida. Además, si no tratas síntomas como el picor, puede derivar en infecciones graves, ya que al rascarse se puede hacer heridas por las que entran bacterias oportunistas, provocando piodermias (infección de la piel).
Existen diferentes tipos de dermatitis según sea su agente causal, estas son las más habituales:
- Dermatitis seborreica: está provocada por un exceso de sebo en la piel.
- Dermatitis húmeda: se caracteriza por lesiones dolorosas y de mal olor. Es más común en razas con mucho pelaje.
- Dermatitis fúngicas: Son las causadas por hongos o dermatofitos.
- Dermatitis por alergias alimentarias: provocada por alergias o intolerancias a determinados alimentos o por determinadas patologías digestivas.
- Dermatitis atópica o DAC: Es de tipo crónico y puede tener predisposición genética y racial (es muy típica en razas como West Highland White Terrier, Bulldog Francés, Pomerania o el Pastor alemán) aunque puede aparecer en cualquier raza incluso en mestizos.
- Dermatitis alérgica a la picadura de la pulga o DAPP: causada por lo general por la pulga del gato Ctenotephalides feliz. De esta dermatitis te hablamos con más detenimiento en nuestro artículo sobre ectoparásitos.
¿Cuáles son sus principales síntomas?
Los síntomas más comunes de las dermatitis en perros y gatos son:
- Picor: Verás que se lame mucho las patas o se mordisquea como si intentase coger algo con los dientes. También se rascará las orejas y el abdomen con fuerza.
- Heridas o costras: localizadas entre los dedos, orejas, abdomen, en las axilas, periné y cara principalmente. Pueden darse en alguna de estas zonas o en todas.
- Descamación: Como si tuviese la piel muy sequita y con cáspita.
- Enrojecimiento de la piel.
- Caída del pelo: Más de lo normal, hay que tener en cuenta las épocas de muda.
¿Cómo sabrá tu veterinario que tipo de dermatitis tiene tu perro o gato?
Es importante que si notas que tu perro o gato empieza a mostrar alguno de estos síntomas acudas a tu veterinario. Allí le harán una serie de pruebas para detectar la causa concreta de su dermatitis y con ello el mejor tratamiento.
Estas son las más comunes:
- Raspado: El raspado cutáneo consiste en coger una muestra de la piel con un bisturí para llegar a la profundidad necesaria y detectar así la presencia o ausencia de parásitos cutáneos.
- Tricograma: Es el análisis del pelo. Se revisarán sus características y la presencia o ausencia de parásitos, hongos, etc.
- Cultivos: En este caso, la muestra obtenida de piel o pelo se lleva a un medio de cultivo adecuado para el crecimiento de bacterias u hongos. De esta forma, si la dermatitis de tu perro o gato está causada por alguno de estos organismos, el cultivo dará positivo.
- Lámpara de Wood: Este dispositivo que emite luz ultravioleta puede ayudar a detectar determinados dermatofitos como el Microsporum canis que emite fluorescencia amarillo-verdoso en presencia de esta luz UV.
¿Cómo se trata la dermatitis en perros y gatos?
Una vez detectado el agente causal, tu veterinario podrá prescribirte el tratamiento más adecuado.
En los casos en los que la causa sea un hongo, parasito o bacteria simplemente habrá que dar medicación específica para ello (antifúngicos, antibióticos o antiparasitarios). Pueden ser tanto orales como locales en forma de cremas o champús y, dependiendo de la gravedad de los síntomas, habrá que apoyarse con algún medicamento que trate cosas como el picor, por ejemplo, un corticoide.
Cuando se trata de una dermatitis como la DAC no existe una terapia ideal. Se necesita realizar un tratamiento individualizado para cada caso y casi siempre es necesario combinar varias terapias.
Tu perro o gato puede llegar al veterinario con una presentación aguda de la DAC. En este caso, lo más importante, aparte de controlar el picor y la inflamación para evitar el rascado continuo y mejorar la calidad de vida, es el control de las infecciones secundarias (bacterias y/o levaduras frecuentemente presentes como la Malassezia) mediante los agentes antimicrobianos que comentábamos anteriormente.
Si, por el contrario, ya presenta una DAC de tipo crónico, el tratamiento irá encaminado a evitar recaídas mediante una correcta hidratación de la piel, componentes orales o locales que restauren la barrera cutánea, una desparasitación preventiva estricta, y una correcta dieta.
Al final, el tratamiento va encaminado a mejorar la calidad de vida de tu peludo, disminuyendo el picor y evitando recidivas graves u otras manifestaciones clínicas de la enfermedad en algunos casos.
¿Sabías que la alimentación es clave para tratar y prevenir la DAC?
La piel, como órgano que es, tiene sus propios requerimientos de proteínas, vitaminas y otros nutrientes, por lo que una deficiencia en vitaminas como la vitamina A, en minerales como el cinc o de proteínas o el consumo de proteínas de baja calidad, se van a ver en seguida reflejadas en el estado de su piel y su pelo.
Es fundamental que la alimentación sea lo más sana y natural posible, libre de cereales que pueden dañar el digestivo de tu perro, impidiendo que absorba bien todos los nutrientes que necesita. Un ejemplo es la alimentación BARF, completamente natural, sin procesados ni añadidos químicos, que pueden provocar también algunas de estas alergias alimenticias y agravar los síntomas de la dermatitis.
Es muy importante el aporte de ácidos grasos esenciales como el Omega 3 y Omega 6. Estos ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias y se ha demostrado que mejoran la barrera cutánea, lo que los hace imprescindibles en el día a día de un perrito o gatito con dermatitis. Puedes dárselo añadiendo pescado a su dieta o con aceites como los de salmón o sardina.
Además, existen complementos alimenticios que están pensados precisamente para ayudar en estos procesos de dermatitis, mejorando la salud de la piel y del manto, como es el caso de nuestro Pelaje Brutal.
Podríamos contarte muchísimas más cosas sobre esta patología, pero esto es lo más importante que creemos que debes saber. Identificar los síntomas de la dermatitis en perros para poder acudir a tu veterinario y conocer la importancia que tiene una buena alimentación para la salud tanto interna como externa de tu peludo.
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